En esta sección incluimos los comentarios y opiniones que nos han trasladado algunos de nuestros clientes. Todas las opiniones y consideraciones son bienvenidas siempre que sean realizadas con un ánimo constructivo. Cuéntenos sus experiencias en Restaurante Arce, es nuestra herramienta para mejorar.
He comido hoy por segunda vez en casa de IÑAQUI en el Arce y TODOS los platos son insuperables,volveré muchas veces,el encantador y sus consejos estupendos.
Que decir de Arce? Pues para ser claro y directo, la mejor relacion calidad precio de Madrid, sin duda. Soy cliente desde hace 16 años y es el unico restaurante al que he sido fiel desde que comi por primera vez.
Habíamos oído hablar maravillas del restaurante a un buen amigo y decidimos reservar una mesa para la celebración del cumpleños de mi mujer. El local nos resultó muy agradable y acogedor, y el trato del personal, así como el de Iñaki, exqusitos. Muy recomendable.
Volvermos seguro.
Aupa Iñaki,
Por mi trabajo suelo viajar bastante por España y sobre todo Madrid. Si hay un restaurante que puedo recomendar al 100% es este, el Arce. No puedo estar en Madrid sin ir a disfrutar de esta maravillosa cocina, todo es de primera calidad y al mismo tiempo ver a nuestro grand chef Iñaki.
Un trato excepcional, personalizado, una comida que me deja sin palabras. Cuando se va al Arce es como estar en casa. Un abrazo a toda la familia y a ti Iñaki decirte que eres el mejor.
Imagìnense a uno de Vs. que tenga un terruño de sus antepasados o el capitalillo suficiente para comprarlo en un apartado pueblo provinciano, de mar o montaña, y además le quedan unos eurillos para erigir una casita de esparcimiento y solaz vacacionero. Si aceptan el juego déjense guiar. Tomada la decisión, se pone en contacto con la cuadrilla de operarios de la construcción de la localidad, que por “cuatro” euretes echarán “parriba” la casita. Por supuesto Vs. les dice los materiales que quiere utilizar, el lugar exacto donde deberá ir la casa en el terruño, la distribución que más le pete de las estancias, donde quiere que vaya la bodeguilla, si ha de tener chimenea el salón, como ha de ser el tejado y la ventanas. En fin una horterada de chabola pero que ni Vs. ni cualquiera en su sano juicio (me incluyo) cambiaria por el mismísimo Backinham Palace. Pero…, y si el capitalillo lo convertimos en considerable… Tanto como para buscar el teléfono del taller del mismísimo Santiago Calatrava. ¿Se imaginan la misma conversación con ÉL? Impensable ¿verdad? En el mejor de los casos le invitaría con educación a salir de su despacho ipso facto. En el peor… imagínenlo, pues a un ejercicio de imaginación les he invitado. ¿Sería lógico calificar al arquitecto Calatrava de déspota, desagradable, de que no sebe llevar su taller, de que no ha querido hacerle la casa que a Vs le gusta y que para eso le paga?
Mutatais mutandis podríamos decir de la pintura. Aun recordamos todos los aficionados al futbol el fiasco que supuso encargar el diseño de la indumentaria de los aguerridos leones del Atletic de Bilbao al pintor Darío Urzaiz. ¡Señor ¡ ¡ A quién se le ocurre mezclar churras con merinas!
Volviendo a imaginar… ¿se ven delante de Antonio López exigiéndole como ha de hacerles el retrato que le están encargando y pagando? Lo siento mucho por El Canto del loco, pero creo que, observando un elementalísimo principio educación y respeto al derecho democrático occidental que convierte a la casa de cada cuyo en su imperio personal e inviolable, la perorata de que
Quiero entrar en tu garito con zapatillas,
Que no me miren mal al pasar,
no es de recibo. Lo siento mucho pero si el garito es de Vs. y una persona quiere entrar en él, o lo hace con los modales que a Vs. le parecen oportunos o no entra. Nadie le ha obligado a acercarse al garito de Vs. ni Vs. le ha llamado, por lo tanto no se tienen que aguantar mutuamente. La libertad es la libertad, pero para todos y en todas direcciones.
Cuando leo los comentarios agraces que le hacen a IÑAQUI, creo que son producto del mal entendido que, caricaturizado, les he propuesto imaginar conmigo. El que dude de que unas migas hechas sobre una hoguera en el campo (en lugar permitido, por supuesto), seguido de unas chuletas en la misma hoguera y sobre unas tejas encontradas al acaso en las cercanías, en el punto y sabor que a cada cual le pluga, con un postre traído en tartera y un café de puchero a los rescoldos, no los cambiaria nadie por los más exóticos manjares que les pudieran servir las cien sirvientas vírgenes que el Maharaja de Capurtala repantigados en los divanes bordados de seda y almohadillados con plumas de polluelos de colibrí nos ofreciera. Espero que ya los lectores avisados que hayan aguantado la perorata que les estoy largando sepan a donde quiero llegar. Para mi, y creo no ser el único, IÑAQUI es en la restauración lo que en la arquitectura es Frank Lloyd Wright (al que algunos de sus contemporáneos lo acusaban de proceder con proverbial mal genio, aunque tal vez esta opinión fuera vertida por sus enemigos, que los tenía y no menores), o en la pintura Van Gogh (para qué contar el mal café que se gastaba el pelirrojo) Ellos nunca obligaron a nadie a comprar sus obras o a admirarlas, o a pagar una entrada para verlas. Ahora llamamos paletos e ignorantes a los contemporáneos que denostaron sus artes y las menospreciaron. Pero ahí está el mérito: tener la cordura para verlo cuando lo tienes a tu lado. IÑAQUI ES UN ARTISTA para el que sepa valorar los contextos y obrar en consecuencia. Hay poca gente inteligente y humilde que se deje aconsejar por el que sabe, entre otras cosas porque no hay nada más atrevido que la ignorancia. El necio está convencido de que él es el que más sabe acerca de todos los órdenes de la vida, y más si le adorna cierto éxito personal o profesional. A cuento de esto les transmito de fuente directa la siguiente anécdota: Al Maxim´s de París acuden un director de una potentísima multinacional y un personaje de prestigio mundial en su ámbito y fuera de él. Para aperitivo el VIP pidió que se sirvieran un coñac francés añejo del que marea más el precio que el alcohol que contiene. El camarero horrorizado le explica amablemente que “es costumbre de la casa” no servir ese tipo de bebida tan fuerte en los aperitivos porque enmascararía el resto de la comida y no le permitiría disfrutarla, y que a los postres tendrá el gusto de servírselo. Indignado el VIP exigió que se lo sirvieran de inmediato que para eso ÉL era DON fulano de tal y el que pagaría la cuenta. Llegado a este punto, con modales de exquisitez versallesca les invitaron a buscar otra casa donde atendieran sus demandas y el VIP y su compañero de esa ocasión tuvieron que abandonar el local.
Consejo:
Humildad para dejarse orientar por aquellos que saben lo que se hacen. Deje que IÑAQUI dirija a buen término su paladar y olfato. Si le apetece carne, o verduras, o cualquier otra cosa o una combinación de platos o de platos y vinos, y él se lo desaconseja o corrige, déjese llevar. Si le ofrece un plato exquisito, pero preparado de manera que no le gusta por la razón que fuera, pida otra cosa que sin duda le deparará una nueva sorpresa, pero no se arruine Vs. el buen rato que de seguro le va a ofrecer el concienzudo y durísimo trabajo de un gran artista de la restauración. Salga de la soberbia trinchera que los triunfos de las artes que Vs. domina con solvencia le han colocado. Si no le gusta este artista, no hay problema, Madrid, por suerte entre oras cosas para sus ciudadanos y visitantes, tiene más de cuarenta mil casas de restauración que podrán atenderle a su sabor.
Óyeme El Canto del loco si quieres ir en zapatillas vete a los locales poligoneros en los que nadie te mirará mal al pasar, pero ya te digo que a ciertos sitios te puedes ahorrar el esfuerzo de ir porque no vas a entrar nunca, a no ser que los marcianos se hagan con el dominio de la Tierra, la gobiernen con métodos tiránicos y además coincidan con vuestros gustos. Me gustaría saber a quién y cómo dejáis entrar en vuestro garito y cómo lo tratáis.
Iñaqui, con mi gratitud, admiración y muchísimo cariño para vuestra casa que sabemos que es nuestra en cuanto cruzamos el umbral de la puerta.
UN EXCELENCIÓFILO
la calidad del producto, la elaboración y el servicio marcan la diferencia.
la visita es garantía de éxito. sin lugar a dudas me entusiasma ir a Arce cómo a pocos restaurantes. espero poder disfrutarlo muchos años más!
Que no podria decir del Señorito “Camba” nunca una mala experiencia, creo que definiria el trato recibido y la cocina simplemente expectacular, de lo mejor de Madrid sin lugar a dudas, continuar el buen trabajo
Yo lo clasificaria de inolvidables los momentos que me ha hecho pasar Iñaqui en su
restaurante. Segun te recibe te hace sentir como en casa,tambien ayuda la decoracion que recuerda al salon de una casa.Luego te sientas y empieza el espectaculo que supone oir a Iñaqui describir su carta y a continuacion va y te pregunta .¿que te apetece de comer,que corra,que vuela o que nade. A partir de ese momento ya solo queda disfrutar y disfrutar. INOLVIDABLE.
Incleible! La cocina innovadora de iñaki te hace disfutar de todos los placeres del buen paladar y nunca te decepciona. Su trato te fascina y sus sugerencias respecto a los platos que te propone no te dejan in diferentes al probarlos, es mas, los supera…no mires la carta, iñaki te transmite lo que tu paladar y lo que tu elijas, vas a degustar!
Para mi, el mejor restaurante de madrid sin comparacion!
Despues de comer de maravilla, sales con la sensacion de haber hecho un gran amigo!
Lo recomiendo con un diez!
Incleible! La cocina innovadora de iñaki te hace disfutar de todos los placer del buen paladar y nunca te decepciona. Su trato te fascina y sus sugerencias respecto a los platos que te propone no te dejan in diferentes al probarlos, es mas, los supera…no mires la carta, iñaki te transmite lo que tu paladar y lo que tu elijas, vas a degustar!
Para mi,el mejor restaurante de madrid sin comparacion!
Despues de comer de maravilla, sales con la sensacion de haber hecho un gran amigo!
Lo recomiendo con un diez!
Queridos Iñaki y familia, nuestros mejores deseos para este joven 2012, recondándolos con mucho cariño y con ganas de verlos nuevamente y disfrutar de esa concina tan maravillosa que tienes, Iñaki, es ese rinconcito tan acogedor en Augusto Figueroa. Espero vernos por allí este año y comer estupendamente en el Restaurante Arce. Un beso. Maricarmen, Eduardo, Armando y Pablo Arrocha, desde México, D.F.
Estuve ayer por primera vez con dos amigos, y me encantó. Cené fenomenalmente bien y la atención de Iñaki un 10. Volveré
He visitado Madrid, he visitado un restaurante y he visitado a un “viejo” amigo de la Escuela. La grandeza de Ñaki se traduce en la elaboración minimalista culinaria y el carnaval de sabores, gustos y olores que desprenden los platos elaborados en su cocina son para los privilegiados que podemos comprobarlo. Una abrazo amigote.
Siempre digo lo mismo; De todos los restaurantes que conozco de Madrid en los cuales el precio medio del cubierto esta por encima de la media, es el único que realmente como de forma distinta y me merece la pena de verdad pagar por lo que como. Estoy cansado de ir a buenos restaurantes y no comer mejor que en restaurantes normales de barrio que pago bastante menos. En Arce las cosas son distintas, empezando por el trato personal y sobre todo por que el menú que vas a comer te lo hacen especialmente para ti, es decir que en función de lo que te gusta comer te diseñan los platos y la calidad es increible.
He cenado con unos amigos en el puente de la Constitución y hay que reconocer que algunos restauradores no están tan reconocidos pero son unos auténticos genios. Iñaki, diste en el clavo con tus consejos. Todos los platos fueron de 10 y el vino lo mismo. La atención muy personalizada se agradece. Lo recomendaré a mis amigos. Del precio no puedo hablar porque fue una invitación. Un saludo desde Galicia.
exquisito
Tanto el trato de iñaki, de los camareros como el menu,solo pueden calificarse de exquisitos. En algun momento sin determinar, parece que de verdad estas en casa, y hacia tiempo que no comia tan bien.
Apetito hambre o hambruna?
Espectacular Iñaki en su lectura de memoria de sus platos y en la ejecución de los mismos que se ajusta a tus espectativas cuando escuchas como los va a preparar, el servicio perfecto y el precio caro ,pero justo , inmejorable siempre que vas sales feliz.
Servicio, cocina, local… todo excepcional. Pero un deleite añadido es compartir verbo con Iñaki: es como el sorbete que limpia y neutraliza el paladar entre plato y plato para que el siguiente manjar lo sea aún más.
Felicidades por tanto talento.
Disfrutar..
Hemos cenado un menu degustacion, muy bien guiados por el cocinero, con unos vinos adecudos al menu, y muy buena atención. Un disfrute para el paladar….. . Merece la pena conocer este lugar.