Las primeras lluvias saben a otoño, a despedida definitiva del verano, y suelen hacernos pensar en el invierno que se acerca… Pero en Arce, lejos de pensar en lo que perdemos con el fin de la estación estival, preferimos pensar en lo bueno que nos trae el otoño: las hojas de los árboles se transforman en un triunfo de colores, el parque del Retiro se vuelve casi una pintura renacentista, y sobre todo… ¡Llega la época de las calabazas, las setas y los pimientos rojos!

Además, con el frío el vino entra mejor, da más gusto saborear un buen plato y hasta tenemos la excusa perfecta para pasar más tiempo en familia. Todo esto lo puedes hacer en nuestro restaurante. Déjate aconsejar por nuestro chef Iñaki… No te arrepentirás.